Felipe Zambrano es
un ciudadano de Lebrija que tiene 74 años y formó parte de la
primera promoción de estudiantes del Instituto Virgen del Castillo
de Lebrija, en los años 50 cuando el centro se llamaba Instituto
Laboral. El motivo de hacerle la entrevista a Felipe se debe a mi
interés por conocer la educación de hace 60 años en Lebrija.
Empecemos con la entrevista:
Me
gustaría saber si en aquella época las mujeres tenían el mismo
acceso a la educación que ahora.
No,
alumnas no había ninguna y profesora solo había una que impartía
clases de lengua. Era una época en la que las mujeres lo tenían
todavía un poco difícil en los pueblos para estudiar.
¿Es
cierto que entonces se le daba más importancia a unas asignaturas
que a otras?
Sí,
como siempre. Cuando yo estudiaba las más importantes eran
geografía, ciencias, matemáticas y lengua.
Parece
ser que en tu época de estudiante la jornada estaba dividida en
mañana y tarde, ¿crees que esto beneficiaba a los alumnos?
El
horario era muy distinto, por la mañana íbamos de 08:00h a 13:00h y
por la tarde, de 15:00h a 18:00h. Creo que sí beneficiaba porque por
la tarde había una o dos horas de estudio con el tutor.
¿A
qué edad se comenzaban los estudios en el instituto?
Se
ingresaba en el instituto con 9 años, lo que ahora equivaldría a 5º
de primaria.
¿Se
estudiaban idiomas?¿Se les daba la misma importancia que ahora?
Sí,
se estudiaban idiomas. Como lengua moderna se estudiaba francés y
las lenguas clásicas latín y griego. No se les daba la misma
importancia porque los estudiantes no se marchaban al extranjero como
ahora.
¿Para
ir al instituto había que llevar uniforme?
No,
en aquel tiempo no. Los alumnos vestían como podían, pues había
poco dinero. Unos años más tarde sí se impuso el uniforme.
¿Tenía
todo el mundo oportunidad de estudiar en aquella época?
No, porque los
varones tenían que ayudar a sus padres y las niñas a sus madres.
Además los estudios había que costearlos y no todo el mundo tenía
dinero para hacerlo.
¿Cuál
es tu mejor recuerdo de tu etapa en el instituto? ¿Y el peor?
El mejor recuerdo es
el de haber conocido a gente nueva y haber iniciado nuevas amistades.
El peor recuerdo es que no pude estudiar una carrera universitaria
porque mis padres no podían costearla.
Agradezco a Felipe
Zambrano su amabilidad por haberme atendido y haberme contestado a
estas preguntas y así saber un poco más de la educación en Lebrija
de aquella época.
REALIZADO POR: María Teresa Granado García 4º ESO A
Buena entrevistada. Bien enmarcada.
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